A los propios inversores les gusta llamarla la "Casa entre los pinos susurrantes". Estamos muy orgullosos de este proyecto: el cuerpo minimalista, los colores apagados y los interiores amplios y luminosos son el resultado del trabajo de nuestro equipo de arquitectos. Nos aseguramos de que la forma del edificio se integrara armoniosamente en el paisaje circundante del pinar, creando un oasis de calma. Los inversores pasaron cinco años buscando el lugar perfecto para la casa. Es un honor que hayamos podido participar en la realización de este proyecto único y hacer realidad los sueños de nuestros clientes.